Salón de Clases

Decir que siempre ha sido así no cuenta como una justificación legítima para que siga siendo de la misma manera. Los maestros y directivos están haciendo cosas maravillosas, pero es increíble, por decir lo menos, que todavía sigamos haciendo algunas cosas, a pesar de todas las nuevas soluciones, investigaciones e ideas allá afuera.

No estoy diciendo que deberíamos simplemente mejorar el sistema actual… Deberíamos transformarlo en algo más.

He compilado una lista de 14 cosas que son obsoletas en las escuelas del siglo XXI y es mi esperanza que esto inspire discusiones animadas sobre el futuro de la educación.

1. Salas de Cómputo:

La idea de llevar a toda una clase a una sala de cómputo con equipo desactualizado, una vez por semana, para practicar mecanografía y enviarlos de vuelta al salón de clase 40 minutos más tarde, es obsoleto.

Las computadoras o la tecnología no deberían ser solamente un curso específico, eso ya no es suficiente sino que debería ser parte integral de todos los cursos y estar incluido transversalmente en el programa curricular.

2. Salones de Clase Aislados:

Aislamos los salones de clase de dos maneras. Una en la que padres, maestros o visitantes no son bienvenidos porque las puertas y cortinas están siempre cerradas… las mismas que parecen decir, “no entren aquí”. La otra manera es aislarse de todo el conocimiento que se encuentra fuera de las cuatro paredes. Por ejemplo, del internet, los videos, los blogs, los sitios web, y las visitas de autores o científicos por Skype, por mencionar unos pocos.

Tony Wagner, el autor de The Global Achievement Gap dice: “el aislamiento es el enemigo del mejoramiento”. El salón de clase debería estar abierto, los maestros deberían poder entrar y aprender los unos de los otros, los padres debería visitar a menudo, por ejemplo, con los denominados Días de Clase Abiertos (en los que se anima a los padres a visitar los salones de clase a cualquier hora del día). Los salones de clase aislados son, en consecuencia, obsoletos.

3. Escuelas que no tienen WiFi:

Las escuelas que no tienen una sólida red de WiFi para el personal y los alumnos no solamente se están perdiendo de un gran cambio en la enseñanza y el aprendizaje, sino que están robando a los alumnos el acceso al conocimiento y también están limitando sus oportunidades de aprender sobre el internet y sobre cómo utilizar la tecnología de manera segura.

Las escuelas del siglo XXI hacen posible que los alumnos y el personal aprendan en todo lugar y en todo momento, y las escuelas que no lo permiten son obsoletas.

4. Prohibir Teléfonos y Tablets:

Privar a los alumnos de sus teléfonos y tablets, en lugar de usarlos para mejorar el aprendizaje, es obsoleto. Deberíamos celebrar la tecnología que los alumnos traen y utilizarla como herramientas de aprendizaje.

Los teléfonos ya no son solamente dispositivos para enviar mensajes de texto y hacer llamadas telefónicas… cuando lo eran, sí estaba bien prohibirlos. Hoy hay más capacidad de procesamiento en un teléfono celular promedio que el que la NASA tuvo acceso cuando enviaron al hombre a la luna en 1969. Sin embargo, la mayoría de alumnos solo sabe cómo utilizar estos dispositivos para redes sociales y videojuegos.

Hoy puedes editar una película, hace un show de radio, tomar fotografías, hacer posters, sitios web, bloggear, tuitear como si fueras el personaje de un libro, tener conversaciones de clase sobre TodaysMeet y googlear la mayoría de las respuestas de un examen con el dispositivo en tu bolsillo. Deberíamos mostrar a nuestros alumnos las posibilidades de aprendizaje y convertir estas distracciones en oportunidades de aprendizaje que nos llevarán mucho más allá del salón de clase.

5. El Jefe de Tecnología con Acceso de Administrador:

Tener una persona responsable del sistema de cómputo, trabajando desde una oficina sin ventanas en el sótano de la escuela, rodeado de viejas computadoras, que actualice los programas y le diga al personal cuáles herramientas de tecnología pueden usar y cuáles no… es obsoleto.

Hoy necesitamos coordinadores que sepan lo que los maestros y alumnos necesitan para ser exitosos, y que resuelvan problemas en lugar de crear barreras. Alguien que ayude a las personas a ayudarse a sí mismas al darles responsabilidades, y que encuentre maneras mejores y más económicas de hacer las cosas.

6. Maestros que no Comparten lo que Hacen:

Los maestros que trabajan en silencio, que no tuitean, bloggean o discuten ideas con las personas alrededor del mundo, son obsoletos. Los maestros ya no trabajan localmente sino globalmente, y es nuestro trabajo compartir lo que hacemos y lo que vemos que otros hacen. Si un maestro ya no está aprendiendo entonces no debería estar enseñando a otros.

Todos deberían estar tuiteando, bloggeando y compartiendo lo que funciona y lo que no, recibiendo y dando consejo entre colegas de todo el mundo. Deberíamos estar mejorando nuestras habilidades de manera constante porque el desarrollo profesional no es un taller de tres horas al mes sino un proceso de toda la vida.

“No aprendemos de la experiencia… aprendemos de reflexionar sobre la experiencia” —John Dewey.

7. Escuelas que no Tienen Facebook o Twitter:

Las escuelas que piensan que poner un artículo en el sitio web de la escuela cada 15 días y publicar un boletín informativo cada mes es suficiente para mantener a los padres informados son obsoletas.

La escuela debería tener una página de Facebook, compartir noticias e información con los padres, tener una cuenta en Twitter y su propio hashtag, administrar su propio canal de TV en línea en el que los estudiantes filmen, editen y publiquen sobre los eventos de la escuela.

Si usted no cuenta su historia, alguien más lo hará.

8. Alimentos de la Cafetería Poco Saludables:

Las cafeterías escolares que se ven y operan casi como restaurantes de comida rápida, en el que los estudiantes y el personal obtienen comidas baratas, rápidas y poco saludables son obsoletas.

Algunas escuelas en Islandia y Suecia han optado casi completamente por alimentos orgánicos y han considerado el beneficio a largo plazo de los alimentos saludables por encima del ahorro a corto plazo de los alimentos poco saludables. Por ejemplo, en la escuela Stora Hammar de Suecia, el 90% de la comida que se sirve es orgánica.

Los alumnos deberían servirse sus alimentos por sí mismos, limpiar después de alimentarse y hasta lavar los platos. No porque le ahorra dinero a la escuela en personal sino porque es una parte de crecer y aprender sobre la responsabilidad. Lo que las escuelas del siglo XXI deberían hacer también es cultivar sus propias frutas y verduras, donde los estudiantes las rieguen y aprendan sobre la naturaleza. Establecer un huerto para alimentar a los alumnos sería óptimo, pero si ésa no es una opción (por ejemplo en escuelas de ciudades grandes) entonces pueden por lo menos establecer un huerto en maceteros sobre algunas de las ventanas de la escuela.

La meta de proveer a los alumnos de comida saludable no es solamente para darles suficiente nutrición que dure el día escolar, sino hacer de los alimentos saludables una parte normal de su vida diaria y hacerlos pensar sobre nutrición, lo cual es algo que los beneficiará por el resto de sus vidas.

9. Comenzar la Escuela a las 8 para los Adolescentes:

Las investigaciones han mostrado una y otra vez que los adolescentes trabajan mejor y se sienten mejor en escuelas que comienzan más tarde. Con frecuencia, las necesidades de los padres y los directivos se interponen a este cambio. Estudios (como por ejemplo el del Journal of Developmental & Behavioral Pediatrics y de la Universidad de Minnesota – video) muestran que demorar el inicio de la escuela apenas 50 minutos y hacerla más extensa por 30 minutos tiene un efecto positivo tanto en el aprendizaje como en las actividades después de la escuela, Las escuelas que no hacen esto son obsoletas.

Comenzar más tarde es fácil y los maestros podrían utilizar el tiempo extra en la mañana para preparar clase… Es una situación ganar-ganar.

10. Pagar por el Diseño de Posters, Sitios Web y Folletos para la Escuela:

Cuando tu escuela necesita un poster, un folleto o un nuevo sitio web, no debería pagar por el servicio a alguien más (aunque algunas veces puede darse el caso) sino que deberían hacer que los alumnos lo hagan. En las mejores escuelas del futuro, los alumnos son quienes lo hacen como un proyecto real significativo y como un proyecto colaborativo de lengua y arte, utilizando tecnología.

11. Bibliotecas Tradicionales:

Las bibliotecas que solo contienen libros y mesas de ajedrez son obsoletas.

Un biblioteca del siglo XXI debería ser el corazón de la escuela y un lugar al que alumnos y personal pueden venir a relajarse, leer, recibir consejo, acceder a recursos poderosos, editar videos, música, imprimir en 3D y aprender cómo codificar, por mencionar algunos. Este espacio de aprendizaje del siglo XXI debería ofrecer a las personas la misma oportunidad de usar estos recursos y acceder a la información. De otra manera, éstas bibliotecas se convertirían en museos en los que la gente iría a ver todo lo que solíamos usar.

12. Todos los Alumnos Reciben lo Mismo:

Poner a los alumnos en una misma clase porque nacieron el mismo año es obsoleto. Los sistemas escolares fueron establecidos originalmente para satisfacer las necesidades de la industrialización. En aquel entonces, necesitábamos personas que trabajaran en fábricas, la uniformidad era buena y no se esperaba que alguno excediera o fuera distinto al contexto. Eso no satisface nuestras necesidades de hoy, sin considerar el futuro. Sin embargo, muchas escuelas todavía están organizadas como las fábricas para las que servían hace 100 años.

Deberíamos aumentar las opciones, ayudar a los niños a desarrollarse en aquello que les interesa y no solamente darles atención extra en aquello que hacen mal. En la mayoría de las escuelas, si eres bueno en arte pero malo en alemán [en tu lengua materna], te dan lecciones adicionales de alemán para que te niveles con los demás estudiantes en lugar de lecciones adicionales para perfeccionarte en arte… ¡Todos nivelados, todos iguales!

La educación debería ser individualizada, los alumnos deberían trabajar en grupos sin importar su edad, y su educación debería construirse en base a sus necesidades.

13. Un Desarrollo Profesional que se Ajuste a Todos:

Una escuela que envía una vez al mes a todo el personal a un taller en el que todos reciben lo mismo es obsoleta. El desarrollo profesional usualmente se da de arriba hacia abajo en lugar de comenzar desde abajo, logrando que todos obtengan lo que necesitan. Esto es porque dar a todos (incluso a los alumnos) lo que necesitan requiere tiempo y dinero.

Con elementos como Twitter, Pinterest, artículos en línea, libros, videos, cooperación y conversaciones, los empleados pueden personalizar su desarrollo profesional.

14. Exámenes Estandarizados para Medir la Calidad de la Educación:

Mirar exámenes estandarizados para evaluar si los alumnos están o no educados es el acto más insensato que podemos hacer y nos da una visión superficial del aprendizaje. Los resultados, aunque moderadamente importantes, miden solo una parte pequeña de lo que queremos que nuestros niños aprendan y al enfocarnos en estos exámenes estamos estrechando el currículo. Alfie Kohn incluso señaló una correlación estadísticamente significativa entre las notas altas en los exámenes estandarizados y un acercamiento superficial hacia el aprendizaje.

El mundo de hoy y las necesidades de la sociedad son completamente diferentes de lo que solían ser. No solo estamos entrenando gente que trabaje localmente sino globalmente. Con exámenes estandarizados, como PIsa, estamos estrechando el currículo, y todos los países de la OECD están enseñando lo mismo. Debido a eso, todos producimos la misma clase de trabajadores, trabajadores desactualizados, que trabajan en fábricas; personas que pueden cumplir, comportarse y ser como todos los demás.

En el mundo global de hoy, es fácil tercerizar los empleos con alguien que está dispuesto a hacer el mismo trabajo con la misma velocidad pero por menos dinero. En consecuencia, necesitamos crear personas creativas que pueden hacer algo más y pensar de manera diferente.

Andrea Schleicher (2010) dijo que “las escuelas tienen que preparar alumnos para empleos que todavía no se han creado, tecnologías que todavía no se han inventado y problemas que no sabemos que surgirán”.

La educación estandarizada podría haber sido la respuesta alguna vez, pero decir que es obsoleta es disminuir su importancia y es la única manera de reparar un sistema quebrantado. Los resultados de aquellos exámenes están, de acuerdo a Daniel Pink (A Whole New Mind, 2005), en total contradicción con las habilidades que necesitamos hoy. Tales habilidades son, por ejemplo, diseño, historia, sinfonía, empatía, juego y significado.

Debemos resolver problemas reales, hacer preguntas de importancia en lugar de recordar y repetir información. Los logros adultos están conectados mucho más fuertemente con su creatividad que con su IQ y debemos celebrar el conocimiento y el interés diversos en lugar de tratar de estandarizar el conocimiento y las habilidades.

Me pregunto si las escuelas finalmente cambiarían su dirección si diseñamos un nuevo examen estándar que no mida matemáticas, ciencia y lenguaje sino empatía, pensamiento creativo y habilidades comunicativas… Tal vez eso es todo lo que necesitamos.

Pensamientos Finales

Todos los sistemas educativos del planeta están siendo reformados, pero no creo que lo que necesitemos sea una reforma. Necesitamos una revolución, y transformar el sistema educativo en algo más. No es una tarea fácil, pero como S. E. Phillips dijo una vez:

Vale la pena luchar por cualquier cosa que valga la pena tener.

Hacer algo nuevo y obtener resultados pobres en el antiguo examen no debería sorprender a nadie. ¿Cuál es el punto de hacer algo nuevo y diferente si obtenemos los mismos resultados en los exámenes estandarizados? Entonces podríamos también hacer escuelas tipo fábrica, conformarse y cumplir.

Si hubiera preguntado a la gente qué es lo que querían, habrían dicho caballos más rápidos

Henry Ford

Eso es exactamente lo que estamos haciendo hoy. Estamos pidiendo a nuestros alumnos que recuerden más, que escriban mejor y que repitan más rápido que antes… así como queríamos el caballo más rápido, cuando en realidad deberíamos estar pidiendo el auto. Con seguridad el auto no era mejor que el caballo al principio ni tampoco será perfecto nuestro sistema educativo. Nunca será perfecto, debería estar evolucionando constantemente y deberíamos esforzarnos por mejorarlo todos los días.

No sé cómo se ve un sistema educativo perfecto, y no creo que exista. Pero creo que si conversamos, intentamos algo diferente, aprendemos de nuestros errores, investigamos y compartimos lo que hacemos, no solo localmente sino globalmente, podemos acercarnos un poco a ese sistema.

Si quieren ver un cambio en la educación, deben comenzar en sus propias aulas.

La educación puede promoverse desde arriba, pero solo puede mejorarse desde sus bases

Sir Ken Robinson

Artículo Original

Ingvi Hrannar Ómarsson
Traducido por H. Martin Miranda H. Martin Miranda

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